martes, 24 de abril de 2012

El gañán y la tierra: Antelope Canyon

El cañón del antílope es una de las maravillas naturales que ofrece el Oeste americano. Es un cañón estrecho y muy alto, que los americanos llaman "slot canyon". Hacia mediodía, cuando el sol se encuentra en lo alto, empiezan los rayos a caer directamente sobre el cañón y entran en forma de haz, como si fuera una peli de Indiana Jones. Todo el cañón adquiere unos tonos anaranjados impresionantes... en fin, overwhelming (ya somos unos astutos políglotas).

Para llegar al cañón nos fuimos hasta Page, en Arizona. Este pueblo marca el comienzo de una reserva de indios, los Navajo. Una reserva, ¡cómo mola! Pues sí. Los americanos, tan atentos como siempre, al extender su nación en el s.XIX hacia esta región, decidieron que era muy conveniente dejar a los indios unas tierritas, donde nadie les molestara. A estos indios, casualidad, pura casualidad oiga, les tocó un secarral. Al más puro estilo John Wayne... tanto que, ¡por fin! me encontré con una rodadera. Qué ilusión me hizo, toda la santa vida viendo a las dichosas plantas aparecer en pleno duelo de pistoleros...



En fin, los indios no tenían dónde caerse muertos hasta que a mediados del s. XX descubrieron que tenían varios cañones muy curiosos. Y resulta que podían atraer turistas. Ahora viven de eso. Todo el pueblo está preparado para acoger al turista que va al lago cercano o a este cañón. De hecho lo tienen bien controlado el tema, porque no puedes ir sin un guía navajo. Y piensas, qué cabrones los indios... El caso es que lo hacen porque si llueve se puede formar un "flash flooding". Y este cañón tan inocente...



se transforma en unos minutos en un río que baja a más de 80 km/h con una altura de un par de metros. En el 97 hubo una inundación así. Murieron 12 turistas. Hubo un superviviente: el guía indio. A partir de ahí el cañón se hizo famoso. Y si pasáis por aquí no os arrepentiréis de haber pagado un pastizal. Merece la pena.

El cañón empieza en plan caverna. Mola las formas que el agua ha dado a la arenisca. Y la verdad, nada más entrar ya impresiona.



Al ir entrando en el cañón y haciéndose más estrecho el pasillo, empiezan a verse todas las paredes mucho más naranjas. Entonces no paras de hacer fotos, aunque sea a base de esquivar gañanes que se meten en el encuadre o arena que a veces cae "del cielo". Te da todo igual. Es sencillamente increíble.



Nosotros no pudimos ver los rayos bien porque fuimos al tour de las 9:30. Eso nos pasa por esperar hasta el último momento para reservar. Lo bueno fue que nos dió tiempo a ver otro Parque: Bryce Canyon. Pero eso os lo contaremos otro día.

Información práctica

Hay dos cañones: el Upper y el Lower. Nosotros fuimos al Upper, el más visitado. Haced la reserva con tiempo. El mejor tour, el que pille más cerca de las 12, aunque suele ser el más caro. La visita dura 90 minutos más o menos, y los precios... bueno, en Internet pones antelope canyon tours y ya te haces una idea. Eso sí, casi todos salen desde Page.

1 comentario:

  1. esas fotos son de museo....jo que sitio más chulo. Y tuvisteis guía indio?? seguro que llevaba unas plumas y vivía en un casino.

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