jueves, 9 de febrero de 2012

Muchachada around the world. Hoy... Nueva Orleans

La ciudad te sorprende desde el principio. Aterrizas pensando que vas a encontrar una ciudad muy bonita, con mucha historia, todo muy limpio, y... primer chasco. Hay tres barrios decentes: el francés, el inglés y la zona de negocios. El resto es una mezcla entre polígono industrial y callejones de pobres calentándose en un barril ardiendo. Aquí la delincuencia es tremenda, de hecho llegar desde el aeropuerto hasta el centro en autobús nos dio miedo, lleno de tipos raros. Consejo: no cojas transporte público por la noche.

El barrio francés

Es el centro de la ciudad, y se puede ver en una mañana. Nos volvió a dar la sensación de que esta gente se vende muy bien, porque hombre, bonita es, pero tampoco para tanto. Las casas son muy chulas con todas las balconadas de hierro forjado pero tienen zonas que están mal cuidadas.



Hay mucha gente por las calles paseando pero pasa como siempre, en cuanto te sales de la calle megaprincipal, todo el turisteo desaparece y te quedas solo. Pero bueno, eso está bien, así te quitas del medio a todos los gañanes.

Resulta que esta ciudad debe ser famosa por las despedidas de soltero/a y es famoso aquí el que se vayan a la calle principal, Bourbon Street, a escuchar música en directo en los diferentes bares que hay. El problema es que a las 4 de la tarde aquello está lleno de borrachos haciendo el gañán en una calle llena de charcos sucios, donde el olor principal es el de una mezcla de alcohol viejo y meado. Menos mal que todos están concentrados en una sola calle.



El resto de calles... pues sí, se respira un cierto aire europeo, tienen cafeterías donde la gente se sienta a charlar, hay muchas tiendas de antigüedades, galerías, y lo más famoso de la ciudad (fama internacional dicen): la cocina criolla y su principal ingrediente, las gambas.

Fuimos a comer a un restaurante que nos recomendaron en la oficina de turismo porque servían auténtica comida criolla. Vamos, que está todo el mundo que no caga con la comida criolla. Bueno, pues lo de siempre, tampoco es para tanto. De hecho, lo que nos pedimos estaba bastante malo y encima nos estuvo repitiendo toda la tarde. Lo mejor fue ver a una señora que estaba sentada en una mesa con una amiga y que cuando terminó de comer se empezó a quitar todos los paluegos con una chincheta.

El barrio inglés

Los franceses no ajuntaban a los americanos y éstos se tuvieron que montar sus chozacas en este barrio. Una zona que merece la pena ver y fotografiar. En una tarde nos subimos en "un tranvía llamado deseo" (el tranvía de St. Charles) y nos recorrimos esta zona. Lo mismo: la calle principal la leche, dos más allá pensabas: "Y a mí, ¿qué se me ha perdido en esta ciudad?".



Otros chorrazos que vimos

Lo de la música es lo que más nos moló, la usan para celebrar todo. Y van mucho con la charanga por las calles. Hasta vimos una boda que, después de la ceremonia, iban los novios ahí dale que te pego al bailoteo con la banda detrás.

Otra, el Mississippi. Con tanta fama, lo atravesamos, aunque no nos montamos en un barco de palas. Vimos a Huckleberry Finn. Y a un pelícano.



En fin, que lo que sí nos hizo mucha gracia fue la Plaza de España. Nos hizo ilusión, aunque la tienen un tanto a la americana (ojo al escudo de España).



Conclusión: merece si te gusta la música, la farra o las dos. Si no, hay ciudades que nos han gustado más.

4 comentarios:

  1. Ñañas: No tiene nada que ver con New Orleans, pero.... por fin explota (al menos en Seseña) el burbujón. Con la chapa que nos has metido al respecto, ya puedes gritar como Michel "¡¡me lo merezcooo!!" dando cortes de mangas a (el Sr.)Botín.

    http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/09/suvivienda/1328775020.html

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    1. Noticiaca. No sabía que Josu fuera burbujista (como yo).

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    2. El burbujón sigue sin explotar. Mi teoría es que los precios, de donde están ahora mismo (sin contar al Santander) tienen que caer un 50% como poco.

      El salario medio en Miami es de $23,820 y en Madrid de 25.860 €. Por ejemplo, aquí en Miami, el apartamento donde estamos viviendo (bastante céntrico, 65m2 y 1 habitación) vale $60,000. Ahora me dices en Madrid dónde me compro un apartamento por 60.000 euros, que me lo compro ya.

      ¡Burbujón al poder!

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    3. Joder, pues dónde va a ser, en Seseña, que es como Miami pero además está en España, y como en España no se vive en ningún sitio. Eso lo sabe hasta Kofi Annan.

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