miércoles, 1 de febrero de 2012

Muchachada around the world. Hoy... New York

Pues sí, nosotros también estuvimos ahí. Y como ya hay mucho escrito, pues os vamos a dar nuestra opinión de gañán.

La primera impresión se resume en una palabra: gente. ¡Por fin! La zona donde vivimos en Miami, como el 99% de las áreas residenciales de este país, parecen más que una ciudad, un polígono. Aquí, por fin, la gente trabaja y vive en altura, como en Europa. Así que, como en Europa, ves gente por la calle. Y no paseas con el culo apretado y los reflejos del lince por si algún coche decide atropellarte.

También nos llamó la atención el contraste entre barrios. Tienen el megalujo de la 5ª avenida frente al parque, donde hay dos porteros por portal, trajeadísimos ¡y con chistera! esperando a pelotillear a los inquilinos. Otro barrio con mucha pasta, pero muy diferente, es el Village. Muy recomendable visitarlo, por cierto. Es precioso, y está muy alejado del turisteo. Sus habitantes, profesionales a lo Sexo en Nueva York: jóvenes, blancos, y ganando más de $100.000 al año.



Sorprende que en la misma isla haya barrios paupérrimos, como la zona de Harlem que visitamos para ir a unos de los museos. No daba miedete, pero pasta no tenían precisamente.

Otro chorrazo que nos llamó la atención: la factura de la luz. Sí, esta gente tiene que tener una luz muy barata porque tienen las luces a todo trapo todo el día. El disparate era Times Square. Parecía que se había hecho de día, algo impresionante.



Y luego, un montón de sitios que has visto en la tele, y que cuando los ves dices: pensaba que era más grande. Tenemos Wall Street, el Rockefeller Center (arbolito incluido), Broadway... vamos, muchos. Pero se llevó la palma el puente de Brooklyn. Fuimos en metro hasta Brooklyn, y de ahí al parque que hay debajo del puente. Llegamos al atardecer. Una pasada. No es un sitio donde haya mucho turista, más bien parece gente de allí. Y lo mejor de todo es cruzar a pie el puente, de noche. Toda una experiencia que te deja sin palabras y te pone en modo "Guardar como...". Van dos fotos, que alguno dice que no salimos nunca juntos. Qué frío hacía...





Ojo, que la ciudad tiene sus peros también. El primero, el alojamiento, carísimo. En Navidades es casi imposible. Más peros: la gente. Da gusto evitar un poco la masa, que tiene la capacidad de concentrarse en una calle y dejar vacías las paralelas. Y también algunas zonas decepcionan un poco. ¿Ejemplo? Little Italy: casi no existe ya, engullida por Chinatown. Que, por cierto, debiera llamarse Timotown. No vais a encontrar ninguna ganga ahí. Las gangas parece que están ahora en Koreatown, más al norte.

Aun así, las ventajas ganan por goleada. Es una ciudad MUY recomendable. Así que, ya sabéis, si tenéis una semanita de vacaciones y unos ahorrillos, cruzad el charco aunque no salgáis de la gran manzana. Merece.

Os dejamos con un gran representante de esta ciudad: Woody Allen. Lo de vivir en una manzana afecta a la salud.

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