viernes, 28 de octubre de 2011

Game Day

Día peculiar el de hoy. Mis emociones han progresado desde la ira hacia la incomprensión, indiferencia y curiosidad, para terminar el día partiéndome pensando en lo que he vivido. Hoy he acudido a un campeonato de softball (béisbol suavito).

Aquí en EEUU hay días de planificación en los que no hay cole. En teoría es para que los maestros puedan programar tranquilamente sin niños. Hoy era uno de esos días. Peeeero mi colegio ha decidido participar en un campeonato de confraternización los colegios de la empresa. Al campeonato era obligatorio asistir, y si no querías tenías que pedirte un día de vacaciones.

El cachondeo empezó el martes al enterarme de que había partido y era obligatorio ir. Quise apuntarme, pero me dijeron que el equipo estaba lleno. Curioso, miré la lista de jugadores y... oh, sorpresa. Entre los 10 titulares, la directora (evidentemente), los de Educación Física (evidente) y... cinco padres. Los 5 suplentes, 5 maestros. ¿Pero no era un campeonato para los maestros? Casualmente, sólo casualidad, no os creáis, los 5 padres son bestias jugando al béisbol, pero... creo que sólo era algo circunstancial. Quizá es costumbre por aquí hacer "pequeños cambios" en la alineación. Aquí está la foto de otro equipo que jugaba el campeonato.



Bueno, las americanadas van una detrás de otra todo el día. La primera, quedamos a las 9 en el parking en vez de en las pistas, que están al lado. Para llegar todos juntos, claro. Peero, para caminar 50 metros nos suben a las 30 personas en un bus de 15 plazas, y llegamos todos cantando y dando la nota. Bueno, yo intentaba esconderme, pero era difícil.

Segunda americanada. Antes de empezar el partido montamos la tailgate. Sacan las tiendas, ponen la música, abren el champán y las cervezas y a beber. Lo cachondo de esto es que por ahí andaban pululando muchos alumnos del colegio, hijos de profes.

Tercera. Con los niños delante, las maestras, todas ataviadas con pantaloncitos cortos y calchetos altos, se marcan unos meneos y refrotes dignos de grandes clásicos del cine universitario como Porkys o Supersalidos. Pero no sólo las de mi cole, las de todos los coles, o sea, que era algo generalizado. A los niños no les puedes enseñar la palabra culo, pero a las niñas de 8 años les jaleaban cuando bailaban muy insinuantes (tipo Rihanna, Beyoncé y amigas del estilo).



Cuarta. Empieza el partido. Y el cachondeo, al menos por parte de los jugadores, se acaba. Parecía la final de Quidditch de Cofiñal '04 (qué buena, ¿eh, Uge?). Para el que no lo entienda, parecía que los perdedores iban a pasar por la horca. El entrenador iba dando paso a los diferentes jugadores. Y claro, los reservas (los maestros en casi todos los equipos) ni olieron el campo. Ah, bueno, sí, salieron como al final de uno de los partidos cuando íbamos arrasando, por sacarlos.



Quinta. Los jugadores se reunían para hacer estrategia, y darse las señales. Alguno creo que no las entendió bien, porque luego fallaba mucho. Con tanta regla, estrategia y cambio, esto es lo que me hubiera pasado seguramente si hubiera jugado.



Bueno, y así podría seguir mucho rato. Como curiosidad, otro profe español había entrenado con su cole toda la semana, para encontrarse esta mañana que el padre de Fulanito, muy bueno él, se ha pasado y... ha habido cambios de última hora.

Y por supuesto, en un campeonato a vida o muerte como éste, no podía faltar una buena tangana. Uno de mi equipo ha bateado un zambombazo que ha ido a parar a la ceja de la chica que echaba la pelota. Le ha dejado una brecha de 7 puntos, y cuando estaban viendo qué tal estaba, otro le ha acusado de batear la pelota a la cabeza de ella a posta. Se ha liado una que para qué, han tenido que separarles, han llegado los bomberos, gente para un lado y para otro... yo me lo he pasado bomba. No me enteraba de lo que decían, pero ha sido muy divertido.

En fin, que me ha parecido algo mítico esto del campeonato de softball. Y que los Simpsons lo hubieran parodiado en este capítulo... es simplemente genial, y una muestra más de que los americanos son en muchas cosas A, B y C. Por favor, que alguien nos muestre cómo somos los españoles, que tiene que ser curioso. Bueno, espero por lo menos poder echarme una pachanga antes de volverme a España. Os dejo con esta cancioncita que me ha dejado el mismo regustillo del día de hoy. Está al revés la imagen, pero... mola.

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