domingo, 16 de octubre de 2011

Como en casa

Así es como nos estamos sintiendo estas dos últimas semanas. ¿Que por qué? Pues principalmente porque... no ha parado de llover. Diréis, ¿en Florida?¿El estado soleado? Pues sí. Aquí llevamos una racha maja maja de lluvia. Y no cuatro gotas, no, llueve como nunca habíamos visto llover antes.

El clima aquí ya sabíamos que era subtropical. Y en Julio y Agosto hizo un calor de mil demonios, pero Octubre está siendo el mes de la lluvia (sin abandonar el calor, eso sí). El fin de semana pasado empezó a lo Donosti: cielos plomizos. Pero poco a poco evolucionó y empezó a llover. Como en la ducha. Igual. De verdad, no exagero, impresionante. Y hoy está siendo algo similar. Así que nos ha tocado estar estos dos fines de semana en casita metidos.

Bueno, el fin de semana pasado nos dio tiempo el domingo a salir a dar una vuelta por el centro de Miami. Nos fuimos al Bayside Market, un mercado que en la guía que tenemos parecía la leche. Después de leer algunas perlas como... "el mayor reclamo turístico del condado", "miran al puerto, que a veces parece tan activo como el de Hong Kong", "atmósfera desenfadada y alegre" o "ambiente seguro y cordial", no pudimos resistirnos y para allá que nos fuimos.

Desde luego, el autor de la guía tiene no poca imaginación. Llegamos ahí y a los americanos les encantaba. Pero nosotros, una vez más, nos sentíamos como en casa. Y es que España tiene mucho que ver. Y aquí pudimos ver lo mismo que en cualquier ciudad turística de Levante: cientos de puestos que te venden chuminadas, gente paseando (para esta gente pasear es exótico), y muchos restaurantes que daban a una marina pequeña. Vamos, turismo de playa y pipas.



No estuvo mal la visita, nos entretuvo, pero sin más. Lo mejor de todo fue llegar hasta allí en el metro que es como el Monorail de Springfield. Hay una parte, la más bonita, que es gratuita, parece una montaña rusa y te lleva por entre los rascacielos. Creo que el alcalde Quimby lo copió de Aruba.



Y aquí estamos ahora echando la tarde mientras fuera no para de llover. Y no podemos evitar acordarnos de la madre patria. A la cabeza me viene una canción de gallegos. No soy gallego, pero como ahora sí somos emigrantes, y además parece que estamos en el norte que no para de llover... pues nada, ahí se queda la canción. Va por ti Andrés.

2 comentarios:

  1. Me alegra que estés bien. Al fin he conseguido escribir un comentario sin registrarme a nada. Estos días de lluvia seguro que te acuerdas de tu recreativa... no te preocupes que está bien.

    ResponderEliminar
  2. Pues no te creas, que algo sí que se echa de menos. Sé que está en buenas manos. A ver si el resto de la gente que nos sigue también se anima a escribir comentarios.

    ResponderEliminar