martes, 13 de septiembre de 2011

Ah, no, que era broma

Desde que preparamos esta aventura ya sabíamos que en Navidad no queríamos volver a España y queríamos aprovechar para viajar un poco. Y como ya sabemos que si Mahoma no va a la montaña, la montaña se acerca... la familia de Marga se viene a pasar con nosotros las Navidades.

No tuvimos que pensar mucho para elegir el destino. Queríamos convertirnos en unos gañanazos de pro y para eso elegimos el destino más sofisticado a la par que arquetípico que se nos ocurrió. A ver, venga, os damos pistas: Nochebuena, una ciudad, un lugar donde decir a los simpáticos lugareños: "Amigo, Feliz Navidad", una pista de patinaje bajo un gran árbol... Sí, lo habéis acertado. Nos vamos a ir a la ciudad que nunca duerme. Nos iremos a Nueva York...

Ayer por fin compramos los billetes de avión y reservamos apartamento. Y entonces no se nos ocurrió nada mejor para festejarlo que ambientarlo con esta mierdaca americana de primera:



Y, claro, tan contentos que estábamos pensando qué trastadas íbamos a hacer por la gran ciudad... cuando esta mañana nos hemos desayunado con un gigantesco "AH, NO, QUE ERA BROMA". ¿Cómo?

Sí, sí, resulta que el super apartamento baratísimo ("sólo" $2000 por una semana) que estaba disponible por Internet "a un sólo click de distancia", ya no estaba tan claro.... y resulta que la disponibilidad había que comprobarla. Claaaro, no estaba seguroooo.... tenías que haber consultado antes por si acasooo.... Vamos, el ya clásico timo de la estampita o tocomocho, pero modernísimo. No, no nos han tangado los 2000 dolarazos, tranquilos. Sólo nos han dicho que en esas fechas no estaba disponible, peeero que tenían otro piso por muy poquitos dólares más (esto me recuerda sospechosamente a cuando buscamos coche). Y que las tarifas que había en Internet, ya no, no, no, que hay otras "especiales": $3000.

Este es el país del "double-check" o de "chequea-chequea". Vamos, que cuando tengas algo seguro siempre hay que preguntar de nuevo, por si era broma. Y luego, de nuevo asegurarse de que no hay ninguna "fee" (tasa) oculta que te aparece por arte de birlibirloque. Y que has comprado lo que querías. Y que te lo llevan a casa. Y que los impuestos están en el precio. Y que...

El caso es que llevamos toda la tarde buscando apartamentos en los que no tengamos que dejarnos un riñón. Y alguna cosa sale, pero... la presión de haber vilipendiado nuestros dolarazos en billetes de avión, para terminar durmiendo en Central Park con una vagabunda que amaestra palomas es... de película.

Felices nos las prometíamos, demasiado fácil era. Al compararnos con el Macauli Culkin, nos olvidamos que finalmente el Macaulin se convertía en... esto otro. Así nos ha salido la jugada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario